La carretera, de Cormac McCarthy

Posiblemente el libro más atípico que puedes leer hoy en día. Lo amas y a la página siguiente lo odias. Un libro de contrastes con el que llegas a reconciliarte si a) te atrae sobremanera su planteamiento post-apocalíptico ( como es el caso del que suscribe estas líneas ), o b) consigues pasar por alto todas sus peculiaridades y avanzas pese a todo. Los dos protagonistas de la historia, un padre y un hijo anónimos en un futuro post apocalíptico en el que no hay futuro alguno posible, pasan todo tipo de vicisitudes a lo largo de su odisea por la supervivencia, y el lector los acompaña también, sobreviviendo a la lectura.


No hay esperanza alguna en el mundo de La Carretera, y McCarthy se encarga muy bien de transmitirnoslo describiendo todo tipo de parajes desoladores y situaciones in extremis que tendrán que vivir el dúo protagonista. No hay ni un atisbo de bondad ni alegría, más allá del amor que siente el padre por su hijo, su particular gasolina para seguir adelante en la carretera, lo único que hay permanecido intacto del holocausto ( que en ningún momento se explica lo sucedido, es una mera puesta en escena ), posiblemente el último elemento perenne de la pasada civilización y su guía hacia la libertad, el mar.

Pero llegar hasta allí es duro. No ya por la escasez de alimento sino por los otros, el resto de supervivientes de la hecatombe. El padre, mientras que sostiene la pistola con una mano, en la otra intenta proteger a su hijo de todo peligro desconocido. Mantenerse con vida es díficil, hacer que un chaval tenga una vida lo es más aún. Aquí salta el talento de McCarthy a la hora de explicarnos como se puede criar a un chico en una situación extrema y los límites que es capaz de traspasar un hombre por aquello que quiere. Pero el autor no lo pone fácil con su particular escritura: no hay separación alguna de capítulos más allá de los párrafos, que perfectamente pueden leerse casi de forma independiente. Se salta a la torera cualquier signo de puntuación en los diálogos haciendo realmente titánica la tarea de saber quién habla, y el pesimismo y repetición del 'y' tampoco hacen muy fluida su lectura. Puedes llegar a perder los nervios y detestar el estilo de McCarthy, y aun tratándose de una noveleta que apenas supera las 200 páginas, puede no ser una lectura rápida y fácil. ¿ Recomendable ? Sí, si te atrae lo suficiente como para superar la barrera del estilo McCarthy. Si no, las estanterías está repletas de mejores novelas. Y más accesibles. Seguro.

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DeBolsillo
Cormac McCarthy

Contemporánea ( 2009 )
216 págs

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