El calvario de Romell Broom

18 pinchazos de inyección letal, y ninguno llegó a penetrarle en las venas. Romell Broom vivió el pasado 15 de septiembre un auténtico calvario en la prisión de Lucaaville, en Ohio. Reo de 53 años, negro y sentenciado a muerte por violar y matar a una niña de 14 años, Broom fue trasladado la noche del 14 de septiembre a la Prisión Sur de Lucasville. A las 14:00 horas del día siguiente, comenzaba su ejecución al no prosperar la apelación de última hora que había efectuado su abogada. Tres guardias le sujetaban desde los extremos, mientras un funcionario ( Philipp Kerns ) era testigo de la ejecución y dos enfermeros le administraban simultáneamente en los dos brazos, la inyección letal. Lo intentaron cada uno tres veces, pero no hubo manera. Tras un breve descanso, lo volvieron a intentar. Aquí comienza el martirio para el condenado a muerte.

La enfermera intenta pincharle dos veces en el brazo derecho, consiguiendo sólo hacerlo en un músculo, acarreandóle a Broom un dolor agudo llegando incluso a chillar. El otro enfermero hace lo propio con el brazo izquierdo, y logra encontrar una vena. Cuando se dispone a inyectarle la solución mortífera vía intravenosa, pierde la vena y la sangre comienza a salir a borbotones de su brazo. Los enfermeros comienzan a perder la calma y abandonan la celda. Otro descanso más, hay que saber llevar bien la situación y no ir a la intentona con una ejecución tan importante. Broom rabia de dolor por los once pinchazos que ya ha recibido. Los funcionarios vuelven acompañados del enfermero y toallas calientes, que le son aplicadas a los brazos para así poder ver mejor las venas. Cuatro intentos más, sin resultado. Los funcionarios llegan a ayudar al enfermero a detectar las venas, pero no sirve de nada. Otra parada más, y Broom sollozando por el sufrimiento y dolor extremos que está padeciendo.





La enfermera jefe de la penitenciaria llega a la celda y se dispone a solucionar de una vez por todas la complicada ejecución. Con un Broom sentado para hacer circular mejor la sangre, la enfermera lo intenta en los tobillos, pero falla y le pincha en un hueso. La situación de descontrola por completo. Broom se viene abajo por el enorme dolor que padece de los hematomas que le han causado y Terry Collins, director de la prisión, le informa que suspenden la ejecución y el reo es trasladado al hospital más cercano a la media hora.

Tras el calvario padecido, la abogada de Broom, Adele Shank, pretende conseguir que no se le vuelva a ejecutar, puesto que el juez fiscal sólo ha retrasado la fatídica cita para el 28 de septiembre y que Broom ya ha sobrevivido a la ejecución. ¿ Por qué los médicos no encontraban las venas de Broom ? Supuestamente porque era heroinómano, y costaba que sus venas se abrieran y fueran visibles. Los cargos imputados contra Broom son horribles y perfectamente punibles, pero permitir la pena de muerte provoca casos como este, en las que ni un preso merece tales torturas. Pero el caso de Romell Broom ha creado precedentes. Por el momento su ejecución está en el aire y el gobernador de Ohio ha retrasado dos ejecuciones próximas ya que el caso Broom ha hecho poner en serias dudas los métodos y procedimientos de ejecución.



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